Hay silencios que deben escucharse, porque siempre hay alguien que nos está necesitando, alzando la mirada, dejando atento al corazón, extendiendo los brazos, sonriendo y dando un fuerte apretón…
Solo Dios lo sabe, y tal vez estemos cambiando para bien el día, o salvando una vida. Basta observar más atentos a nuestro alrededor. Cada transeúnte tiene una historia: quizás una pérdida familiar, un despido del trabajo, un hijo en el hospital. Alguien que está en el umbral de la muerte y el valor no lo encuentra en sus rezos, o en su visita a la casa del creador.
Quiero dejar mi sordera y mil líneas por escribir. Solo deseo saber que sirve para alguien el que yo esté aquí.
Tus memorias mis aprendizajes. Te quiero.
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Wow Alex! Mil gracias por escuchar y observar lo que los demas no vemos ni escuchamos. Desgraciadamente vivimos en un mundo tan agitado, egoísta e indiferente donde lo material es muy inportante y el amor, la compasión, el respeto y la ayuda incondicional al prójimo esta en segundo término. Gracias por compartir tus reflexiones. Y poner tu granito de arena para hacer de éste mundo un mundo mejor. Te quiero mucho!😘
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Necesaria reflexión. Muy acertado el pensar que un silencio nos puede contar una vida… Y hoy, tan pendientes que andamos en las redes sociales, nos estamos perdiendo muchos de esos silencios que tanto nos cuentan.
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Ojala nuestra sordera sea atendida, y las redes sociales solo sean el instrumento para ser voz de los que no desean callar más!
Saludos, David, agradezco tu tiempo al leerme.
Qué regalo de vida Dios nos ha concedido, al aprender a querer a José Luis Garayoa Alonso, mi padre.
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